Por: SE Soto Abanto
En los últimos años, los resultados obtenidos por medio de encuestas han sido cuestionadas, sobretodo en el ámbito político. En investigaciones científicas ésta es una de las técnicas más usadas y estas controversias nos invitan a reflexionar sobre el uso de esta técnica.
¿Qué es una encuesta?
Definamos a la encuesta como la técnica de recolección de datos que forma parte de las investigaciones con enfoques cuantitativo, cualitativo o mixto y que utiliza a un cuestionario, test o prueba como instrumento para su propósito: obtener información útil en una investigación.
A continuación se detalla algunos criterios que se debe tener en cuenta en una encuesta:
Tener claro los objetivos e indicadores de la investigación, en la práctica se presentan interrogantes que requieren de una reformulación de inmediata debido a que el encuestado no logró entenderla, el no tomar acciones inteligentes puede conllevar a recolectar información no deseada, tener preguntas sin respuesta y alejarnos de nuestros propósitos.
Realizar una encuesta piloto, esto nos permitirá no solo mejorar nuestro instrumento y obtener información de nuestra realidad problemática a priori, también para saber si nuestro cuestionario presenta validez en sus items y consistencia interna mediante el uso de prueba estadísticas. Se recomienda que la encuesta piloto se realice en poblaciones con un comportamiento similar a la de nuestra investigación, podría realizarse en la misma población de estudio siempre y cuando el tamaño de ésta sea grande y permita volver a recolectar información sin repetir los elementos estudiados.
Se debe conocer el contenido del instrumento (cuestionario), esto es debido a que un cuestionario puede presentar interrogantes con una o más alternativas de respuesta, escalas (como la de Likert), de libre opinión o explicación, en caso de no tener en cuenta esto, puede originar que se obtenga más de una respuesta en un solo ítem y complique el proceso de análisis de datos.
Definir el tipo de encuesta, es decir tener en claro desde un inicio si será asistida o autoaplicable, esto no debe ser decidido por conveniencia del encuestador (buscar lo menos estresante) sino por las características de los encuestados. En situaciones parece que los encuestados pueden responder fácilmente las interrogantes, pero las interpretaciones de un mismo ítem pueden ser diferentes, incluso distantes de lo realmente buscamos con nuestra investigación.
Elaborar un saludo que genere confianza, el primer contacto con el encuestado es primordial, pues se obtendrá información no visible sobre un tema en específico o fenómeno, por eso se debe generar confianza y explicar que el instrumento es anónimo y que lo que se recolecte se manejará con absoluta confidencialidad.
Calcular estadísticamente el número de individuos a encuestar; de nada servirá tener el mejor instrumento si estadísticamente la muestra a estudiar no tiene el tamaño adecuado. En el caso de una investigación cualitativa o una de diseño experimental, comúnmente no suele calcularse una muestra estadística, pero es aconsejable que los individuos a encuestar sean homogéneos (en cuanto a criterios de inclusión) y sean parte de la realidad problemática.
Debe estar presente la aleatoriedad, es decir que los instrumentos a aplicar sean asignados a los individuos por medio de procedimientos aleatorios, en caso de aplicarse a un grupo de individuos que sean elegidos por medio de un criterio de conveniencia, generará – posiblemente – un sesgo en los resultados.
Fijar el tiempo para cada encuestado, debemos hacer una simulación previa para estimar el tiempo que nos tomará aplicar cada cuestionario, de esta manera poder planificar el desarrollo de la encuesta. De no hacerlo, puede ocasionar que la recolección se vuelva tediosa y en casos extremos, que el encuestado, desista a participar de nuestra investigación.
Solo deben participar aquellos individuos que cumplan con los criterios de inclusión, este criterio suena obvio pero no se cumple del todo, existen casos de que el cuestionario es entregado a todas las personas posibles para “agilizar el proceso”.
Elige tú, no permitas que los encuestados sean los que dirijan tu investigación, en ocasiones los encuestados te sugieren a que encuestes a sus amigos o familiares, que posiblemente tengan una postura similar y esto genere un sesgo en tus resultados. Es recomendable que previamente elabores un marco de muestreo y tengas en claro el cómo elegirás a los encuestados.
Prevalecer el interés de la investigación y no los personales, en ocasiones planteamos investigaciones relacionadas a un tema de interés y del cual tenemos posiciones bien marcadas, una encuesta no debe orientarse hacia nuestro punto de vista, debemos recopilar la información en su estado natural sin intentar orientar o sugerir las respuestas a los encuestados, ya sea utilizando frases o poniendo gestos que influyan en el encuestado.
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Soto Abanto, S. E. (2018). ¿Cómo hacer la encuesta para la tesis?. Recuperado de: https://tesisciencia.com/2018/10/07/como-hacer-la-encuesta-para-la-tesis
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